La explosión de la tecnología BIM en el sector de la construcción durante los últimos años ha dado lugar al nacimiento de una gran cantidad de información que, en muchas ocasiones, puede confundir a los profesionales del sector de la construcción sobre lo que es el BIM y cuáles son sus ventajas.
Por ello, desde Innovando en la Construcción hemos recopilado algunos de los mitos que circulan en los foros profesionales con el objetivo de desmontarlos y minimizar la confusión que existe en la actualidad sobre el BIM y su aplicación en proyectos constructivos. Vamos con ellos:
Mito 1: el BIM es adecuado para empresas y proyectos grandes
Realidad: La tecnología BIM es idónea para empresas de cualquier tamaño, ya que ayuda a calcular los costes de diseño, permite ahorrar tiempo en la confección de presupuestos, realizar cálculos energéticos, de instalaciones,… independientemente del tipo de proyecto. Tanto pequeños estudios como oficinas técnicas de grandes ingenierías pueden trabajar con eficiencia en BIM.
Mito 2: Los softwares BIM son caros
Realidad: Trabajar con BIM no tiene por qué ser costoso para las empresas y los profesionales. Existen plataformas BIM donde es posible utilizar aplicaciones de forma gratuita a la hora elaborar proyectos de alta calidad.
Mito 3: Aprender a utilizar el BIM requiere tiempo y dinero
Realidad: Aprender a utilizar BIM puede ser muy sencillo para cualquier profesional gracias a la formación, cursos y talleres gratuitos que ofrecen empresas de desarrollo de software o los impulsados por colegios y asociaciones profesionales entre sus asociados. Con ellos, que están disponibles tanto online como de forma presencial, es posible formarse fácilmente.
Mito 4: El BIM es solo para nuevas construcciones
Realidad: BIM es una forma de trabajo que también se puede aplicar en obras de reforma, renovación, rehabilitación, restauración o mantenimiento. Por ello, el BIM también es utilizado en áreas como el análisis de costes y presupuestos, gestión de espacios, simulación de evacuaciones, cálculos energéticos o planificación de una reforma.
Mito 5: En BIM hay que definirlo todo detalladamente desde el principio.
Realidad: los modelos BIM van desarrollándose conforme a las exigencias del proyecto, por lo que suelen sufrir modificaciones durante el análisis del ciclo de vida de la construcción. Estas modificaciones se van realizando en función de las necesidades del momento. Por ello, es un mito que haya que definir todo de una forma detallada a la hora de trabajar en un flujo de trabajo Open BIM.
Mito 6: Cuanto más nivel de detalle se introduzca mejor será el modelo BIM
Realidad: Esta afirmación no es del todo cierta. De hecho, puede ser contraproducente sobre todo cuando se desarrolla el modelo digital de una forma no equilibrada donde ciertas partes están detalladas en exceso y otras carecen de información suficiente. Para optimizar un proyecto en BIM, cada modelo se debe desarrollar considerando su finalidad específica.
Mito 7: Todo el proyecto debe ser desarrollado en un único modelo
Realidad: un proyecto Open BIM puede estar formado por varios modelos diferentes abarcando áreas o fases como las instalaciones, las estructuras, el mobiliario, el cálculo energético,… En los casos donde se utilizan softwares de especialista diferentes una posibilidad es crear modelos digitales independientes de cada una de las áreas y, de este modo, el proyecto BIM estará compuesto por diferentes modelos y/o archivos.
Esto es posible cuando las aplicaciones son capaces de leer toda la información del proyecto (ya sean elementos arquitectónicos, cargas térmicas, instalaciones hidráulicas, luminarias,…) y permiten mostrarla de forma integrada, ya sea a través de los propios CDEs (Common Data Environment), a través de aplicaciones específicas para gestión de proyectos, visores de modelos BIM o softwares para detectar interferencias.
Mito 8: BIM es la solución de todos los problemas de la construcción
Realidad: No existen “botones mágicos”. El BIM va a ser una metodología de trabajo imprescindible pero no es la solución a todos los problemas. Y es que si una empresa tiene problemas intrínsecos ajenos al BIM seguirá manteniéndolos, ya que la tecnología BIM no puede influir en ellos. Las buenas prácticas constructivas y las buenas técnicas de gestión siguen siendo esenciales. La única diferencia es que ahora tenemos herramientas más potentes.
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