La construcción industrializada permite agilizar los tiempos en edificación, optimizar el consumo de energía y recursos (tanto materiales como mano de obra), controlar el gasto en las diferentes fases del proyecto, reduciendo los errores, y aplicar con mayores garantías de éxito criterios de economía circular en todo el proceso, poniendo atención a la recogida y valorización en obra.
Estas evidentes ventajas frente a un sistema de construcción más tradicional están haciendo que la edificación modular gane cuota de mercado en España. Según datos del Estudio de la industria de edificios prefabricados de España: crecimiento, tendencias, impacto de covid-19 y pronósticos (2023-2028) realizado por la consultora internacional Mordor Intelligence, se espera que la tasa de crecimiento de este sector hasta 2028 sea del 4,51%.
Sin embargo, esta transición pasa por un cambio en los procesos de trabajo, donde la digitalización deberá ganar en importancia, fomentando el trabajo colaborativo durante las diferentes fases. De esta manera, se optimizarán los recursos desde los momentos iniciales del proyecto, comprobándose su viabilidad económica y reduciéndose los errores al final del mismo, lo que mejorará sustancialmente la experiencia del comprador.
Estas son algunas de las conclusiones presentadas por los diferentes grupos de trabajo del Clúster de la Edificación, que se pusieron en común durante una jornada celebrada en Rebuild Expo, y que fue seguida por centenares de profesionales del sector.
Arquitectura generativa, entorno BIM, metodología Lean Construction, paquetización, contrato colaborativo, nuevos materiales, gestión de residuos y circularidad o la experiencia del comprador, fueron algunos de los aspectos que se abordaron a lo largo de 13 sesiones, en las que participaron 37 profesionales y especialistas, miembros de los Grupos de Trabajo que el Clúster ha puesto en marcha como parte de su actividad.
El objetivo era ofrecer una visión global del sector de la edificación industrializada, analizando cuáles son sus principales retos y ofreciendo soluciones basadas en la experiencia y conocimiento de las empresas del sector.
La digitalización en obra nueva
“La arquitectura, el diseño del edificio, es un proceso repetitivo. Repetimos módulos, espacios, soluciones… Las herramientas digitales nos permiten agilizar estos procesos y encontrar respuesta a las necesidades del diseño, teniendo en cuenta diferentes escenarios y criterios: desde aspectos de optimización del espacio, impacto ambiental o la viabilidad económica”, explicaba Carlos López, de Lignum Tech y miembro del Grupo de Arquitectura Generativa.
La digitalización del proceso constructivo no solo afecta a cuestiones relacionadas con el diseño; la implementación de este tipo de herramientas permite un mejor desarrollo del trabajo colaborativo en entornos como Lean, “eliminando todo aquello que no aporta valor al edificio”, destacaba Gonzalo Echarri, de Ortiz León y miembro del Grupo de Paquetización.
Soluciones como el Contrato Colaborativoo la aparición de la figura del Managing Contractor se convierten en soluciones factibles en este entorno digital, que facilita un mayor conocimiento del proyecto en todas sus fases, pudiendo valorarse su viabilidad económica y, por lo tanto, reduciendo el riesgo para constructoras o promotoras.
Además, este conocimiento del proyecto y el mayor control a lo largo de todo el proceso también garantiza el cumplimiento de lo acordado por todas las partes, reduciendo los conflictos postventa. “Para prevenir es clave la digitalización, que nos permite obtener una muestra fidedigna para velar por el contrato de ejecución” afirmaba Nadia Cano, de Habitat.
Por último, cabría destacar las ventajas del entorno digital para la reducción de la huella ambiental del edificio a lo largo de todo su ciclo de vida. La digitalización permite una mayor trazabilidad de los materiales, facilitando el cálculo de su huella de carbono. Asimismo, se consigue un mejor control del edificio en su fase de uso, anticipándose a las posibles necesidades que pudiesen surgir, ahorrando dinero y recursos en mantenimiento. Por último, en la fase desmontaje, se agiliza el proceso de separación de residuos, haciendo realidad aquello de que “el edificio debe de ser considerado un banco de materiales”, como explicaba Manuel José Ramos, de Arpada.
También el Clúster está desarrollando una plataforma BIM, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Industria, y que tiene como objetivo plantear un contexto único de colaboración de todos los agentes con una estandarización de datos para integrar componentes industrializados. “Esta plataforma pretende industrializar el proceso en tres años para garantizar un mejor desarrollo de la obra”, argumentó Diego Rodríguez, de Morph.
Digitalización también para la rehabilitación con industrialización
Otro de los retos a los que se debe de enfrentar el sector es a la rehabilitación del parque edificado con criterios de eficiencia energética. “La digitalización nos permite realizar una lectura real del edificio, optimizar los procesos y minimizar la improvisación”, adelantaba Adrián Espejo, de Danosa. Desde el Grupo de Trabajo sobre Rehabilitación destacan la capacidad de la edificación modular para crear soluciones adaptativas, capaces de solventar los problemas del edificio.
“El uso de sistemas modulares permite una mayor rapidez en los procesos, diseños inteligentes (ecodiseño) y de menor impacto ambiental, calidad e innovación, y flexibilidad en el diseño. Para la industrialización en rehabilitación vamos a necesitar nuevas técnicas que permitan realizarla”, concluía Jorge Corrales, de ITC.
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