Tres de cada diez empresas del sector de la construcción construcción e ingeniería implementarán IA y automatización en los próximos tres años. Esta es, al menos, la previsión que realiza IFS, empresa global de software empresarial en la nube, al identificar una creciente apuesta por nuevas tecnologías digitales como la IA para automatizar y optimizar operaciones en esta industria.
Según explica Gonzalo Valle, presales manager de IFS, la adopción de IA y automatización son oportunidades para “abordar una serie de desafíos tradicionales y persistentes, como la escasez de mano de obra cualificada, los cuales solo se acelerarán con el tiempo”.
Para superar estos retos, las empresas del sector apostarán por la utilización avanzada de análisis de datos, la aplicación de tecnología portátil en el lugar de construcción y la combinación de Building Information Model (BIM) con inteligencia artificial (IA).
Además, señalan desde IFS, los profesionales del sector introducirán herramientas de monitoreo que permitirán una optimización sin precedentes en el seguimiento, la planificación y la programación de proyectos.
En un contexto de digitalización en el que el sector busca mejorar su eficiencia, las empresas tenderán a limitar el uso de aplicaciones que limitan su productividad y agilidad a pesar de haber sido las utilizadas de forma mayoritaria hasta el momento.
Entre estos programas se encuentra, por ejemplo, Excel, cuyo uso excesivo y falta de adaptación al flujo de trabajo Open BIM dificulta medir el desempeño y la mejora continua de los trabajos llevados a cabo.
En cuanto al uso de nuevas tecnologías, además de las citadas anteriormente, el sector también invertirá en IoT, robótica y automatización, y aprovechando las tendencias actuales en la construcción industrializada.
Proveedores de servicios
En cuanto al modelo de negocio, IFS también prevé una evolución del mismo entre las empresas constructoras. En concreto, vislumbran que se está produciendo una transición con el fin de convertirse en empresas de servicios. De ahí que, según sus previsiones, más del 30% de los ingresos de las empresas provendrán de servicios relacionados con la operación y mantenimiento en los próximos cuatro años.
“Muchos sectores enfrentan el desafío de márgenes bajos en proyectos, exacerbados por condiciones macroeconómicas que complican la inversión en nuevos proyectos de capital. Para abordar esto, las compañías están buscando activamente diversificar sus negocios y reducir el impacto de proyectos de gran valor, impredecibles y de bajo volumen” añade el directivo de IFS.
En esta línea, según prosiguen desde esta compañía, el objetivo de las firmas del sector sería que estas áreas terminaran representando más del 50% de sus ingresos, haciendo el negocio sea más sostenible a largo plazo.
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