La Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) ha publicado una guía integral sobre la metodología BIM y su implementación en una organización. El documento pretende ser una herramienta útil para adaptarse a los nuevos modelos y herramientas que están dando forma a las ciudades.
Tal y como explican en un comunicado de prensa, el momento de cambio sin precedentes que está viviendo la gestión urbana y el sector de la construcción a nivel mundial implica un cambio de paradigma de los modelos de trabajo necesarios para la digitalización real de la ciudad.
Este cambio, calificado desde RECI como “necesidad urgente”, requiere comprender que un “proyecto constructivo” abarca todo su ciclo de vida en las fases de diseño, construcción y mantenimiento, y no solo durante la construcción.
Por lo tanto, explican, “esta guía busca desvincular el concepto actual de proyecto constructivo y reconocer su impacto integral en la configuración y desarrollo de la ciudad“.
El proyecto de ciudad inteligente parte necesariamente de la digitalización de sus unidades básicas o “células”: edificios e infraestructuras urbanas. Esta digitalización de los activos urbanos que constituyen las ciudades se identifica con el concepto de Building Information Modelling, que se utiliza indistintamente para nombrar aspectos relativos a la tecnología, metodología o los procesos asociados que conlleva
La metodología BIM (Building Information Modelling) es el enfoque elegido para llevar a cabo esta transformación digital. Definida como el proceso de crear y gestionar información utilizando modelos tridimensionales a lo largo de todo el ciclo de vida de una construcción, el objetivo del BIM es proporcionar una base de datos fiable y colaborativa para todos los agentes involucrados en la construcción.
Smart cities y BIM
Una ciudad inteligente utiliza la tecnología y la información para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar los recursos y servicios urbanos, y promover la sostenibilidad. Siendo los modelos de información de la metodología BIM grandes bases de datos relacionales, la digitalización de la construcción es el marco ideal sobre el cual establecer sinergias con las ciudades inteligentes.
Planificación urbana
La planificación urbana en el contexto de una Smart City implica la integración de datos geoespaciales en modelos BIM, tanto en proyectos públicos como privados. Esto converge en la creación virtual de la infraestructura de la ciudad geolocalizada, ya que la metodología BIM facilita la incorporación de datos geoespaciales en la estructura de los modelos BIM, coordinando con imágenes satelitales y datos topográficos. Este enfoque posibilita la generación de un modelo virtual tridimensional de la ciudad.
La maqueta virtual de la ciudad geolocalizada ofrece la posibilidad de realizar análisis exhaustivos de la infraestructura urbana mediante la visualización tridimensional.
Esto simplifica la planificación y desarrollo de una Smart City, identificando áreas de mejora y oportunidades para la implementación de tecnologías inteligentes. Los resultados incluyen soluciones innovadoras para la optimización de la movilidad urbana, monitoreo en tiempo real de la infraestructura, gestión eficiente de la energía y sistemas avanzados de seguridad y vigilancia, mejorando así la calidad de vida de los ciudadanos y promoviendo la sostenibilidad.
Monitorización urbana
En términos de monitorización urbana, la integración de datos provenientes de sensores y dispositivos IoT en modelos BIM es esencial. Esta integración abarca sensores de calidad del aire, tráfico, medidores inteligentes de energía y agua, entre otros.
El resultado es la posibilidad de realizar análisis y evaluaciones de esta información para una gestión más inteligente de los servicios urbanos. La visualización y análisis de datos integrados permiten identificar patrones, tendencias y áreas de mejora, contribuyendo a la toma de decisiones basada en datos en tiempo real y optimizando la eficiencia de los servicios urbanos.
Democratización a la ciudadanía
Respecto a la democratización con la ciudadanía, se establece como requisito utilizar formato abierto de modelos BIM, como el IFC, junto con plataformas interactivas basadas en la web para acceso público.
Este enfoque promueve la interoperabilidad y el acceso público a los modelos BIM, generando nuevas sinergias con la ciudadanía. Además, la disponibilidad pública de modelos BIM fomenta la transparencia, la participación ciudadana y la investigación científica en el ámbito de la construcción sostenible.
El acceso a datos precisos y detallados por parte de la ciudadanía promueve acciones de análisis y propuestas de soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia energética, la gestión de residuos y otros aspectos relacionados con el medio ambiente.
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