Los últimos meses han situado la construcción industrializada en el centro del debate social. La reciente aprobación del PERTE de Industrialización de la Vivienda y la inversión anunciada por Navarra de 9 millones de euros para crear un centro para la industrialización de la construcción en su región son dos de las últimas iniciativas que reflejan las ventajas de la construcción industrializada y el creciente interés por esta metodología constructiva.
No es para menos. Esta modalidad cobra una especial relevancia ante los desafíos actuales que atraviesa España. La necesidad urgente de responder a la demanda de vivienda, la escasez persistente de mano de obra cualificada o los retos de sostenibilidad son algunos de los puntos que presionan al sector. Como dato, el Banco de España estima que el déficit de vivienda en España superará las 600.000 unidades este 2025, poniendo en evidencia la magnitud del problema habitacional.
Ante esta situación, la construcción industrializada es defendida por los profesionales como una respuesta necesaria y urgente. Esta metodología se basa en la fabricación de componentes y módulos en fábrica, trasladando gran parte del proceso constructivo a entornos controlados. Así, el proceso off-site permite optimizar tiempos, costes y aumentar la calidad.
Al respecto, la construcción modular es la fase más desarrollada dentro de la industrialización, sobre todo cuando hablamos de las casas prefabricadas. Los módulos se fabrican completamente en una fábrica antes de su transporte y montaje en obra, lo que supone una transformación radical de los métodos tradicionales.
Cómo la industrialización está mejorando el sector de la construcción
La adopción de procesos industrializados para la construcción de casas prefabricadas genera importantes beneficios. Entre los más importantes, destacan:
Agilización de tiempos y previsibilidad
La fabricación de módulos o componentes en fábrica se realiza simultáneamente a la preparación del sitio donde se va a construir. Esto permite reducir los plazos de construcción entre un 20% y un 60% comparado con métodos tradicionales. Al estar en un entorno controlado, es menos susceptible de sufrir retrasos por condiciones climáticas adversas u otros imprevistos típicos de obra. Así, los imprevistos se minimizan y el cumplimiento de calendarios de entrega es más fácil.
Optimización de costes y mayor eficiencia
La producción en fábrica facilita la compra de materiales y con mayor planificación, aprovechando economías de escala. Por si fuera poco, esta industrialización genera menos residuos al mejorar el uso de materiales y estandarizarse. De este modo, la industrialización tiene como beneficios un control más preciso de los costes y una reducción significativa del desperdicio.
Mejora de la calidad y uniformidad
El uso de maquinaria de precisión y bajo estrictos controles de calidad garantiza una mayor calidad en los componentes y módulos fabricados. En fábrica, los procesos estandarizados y la eliminación de variables externas reducen tanto los errores en obra como los costes generados al tener que subsanarlos.
Sostenibilidad ambiental
Los residuos generados para el diseño y construcción de los módulos se minimizan gracias a cortes precisos y la optimización de materiales mediante el uso de software especializado. Además, trabajar en entornos controlados facilita el uso de materiales sostenibles y la implementación de estrategias de economía circular. En este sentido, las casas prefabricadas y modulares pueden diseñarse para ser altamente eficientes energéticamente, incorporando sistemas avanzados de aislamiento y tecnologías renovables.
Mejora de la seguridad laboral y atracción de talento
Trasladar gran parte del trabajo a la fábrica reduce los riesgos laborales asociados a tareas peligrosas en altura y condiciones adversas de obra. El entorno de trabajo en fábrica, más limpio, tecnificado y con condiciones laborales mejoradas, contribuye a dignificar la profesión constructiva, favorece la inclusión de la mujer en el sector de la construcción y hace más atractivo esta industria para nuevos talentos, incluyendo jóvenes, ayudando a paliar la escasez crónica de mano de obra cualificada.
La construcción industrializada en el residencial: el auge de las casas modulares
Si bien es cierto que la industrialización ya se está aplicando a la construcción de edificios de varias alturas, el segmento de las viviendas unifamiliares es el que mejor representa los beneficios de la construcción industrializada.
Sobre este punto, la demanda de vivienda unifamiliar industrializada alcanzará el 40% del total para 2030 en España al estar impulsada por la búsqueda de soluciones habitacionales más eficientes.
La posibilidad de entregar viviendas completas en plazos reducidos comparado con la construcción tradicional, el control riguroso de costes y la calidad de los acabados son algunas de las razones por la que la construcción industrializada también ayudará a reducir el coste de la vivienda.
No hay duda de que las ventajas de la construcción industrializada en rapidez, coste, calidad, sostenibilidad y seguridad harán que este método constructivo sea cada vez más popular en España. Las iniciativas como el PERTE o los centros de innovación que se están impulsando en diferentes autonomías son síntomas de sus ventajas. El potencial de la industrialización, especialmente en la edificación residencial y las casas prefabricadas modulares, permitirá construir un futuro más eficiente, sostenible y accesible.

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