El parque edificado español está compuesto por cerca de 26 millones de viviendas (25,8, según datos de la ERESEE 2020). De ellas, tan solo el 5% cuenta con un aislamiento térmico adecuado, ya que la mayoría (54%) se construyeron antes de 1981 y carecen de cualquier protección térmica, situándose en una proporción muy elevada en las zonas climáticas B, C y D. Para revertir esta situación mediante la rehabilitación energética, desde AIPEX, la Asociación Ibérica de Poliestireno extruido, estiman que la renovación de la envolvente de un edificio con poliestireno extruido (XPS) podría proporcionar ahorros superiores al 80% dependiendo del espesor instalado y la zona climática donde se sitúe el inmueble.
“Esta circunstancia nos sitúa ante un parque edificado altamente ineficiente, donde la demanda de energía para mantener estos inmuebles en temperaturas aceptables es elevada”, afirma Mario Serrano, secretario general de AIPEX, la Asociación Ibérica de Poliestireno extruido.
Para paliar esta situación, se han puesto en marcha medidas que impulsen la rehabilitación energética de las viviendas, como el paquete de ayudas de los fondos europeos Next Generation. Desde la asociación también recuerdan que las últimas modificaciones del DB-HE, publicado a finales de 2019, incluyen nuevas exigencias para avanzar en la descarbonización, mejorando la protección térmica del parque edificado.
“La documentación técnica, la normativa y las ayudas están ahí. Se han puesto los mimbres para lograr esa ansiada y pregonada mejora de nuestras viviendas, pero esto no acaba de arrancar”, señala Serrano. “Uno de los problemas más habituales tiene que ver con la financiación; con el coste de la actuación y la amortización. Sin embargo, las cifras son claras. Actuando sobre la envolvente del edificio logramos importantes ahorros de energía y dinero y esta amortización se ve en el medio plazo (entre tres y siete años)”.
Según cálculos realizados por AIPEX –y recogidos en la Guía técnica para la rehabilitación de la envolvente térmica de los edificios–, la renovación de la envolvente de un edificio con XPS podría proporcionar ahorros superiores al 80%, “dependiendo del espesor instalado y la zona climática donde se sitúe el inmueble”, puntualiza el secretario general de la asociación.
Por ejemplo, los vecinos de un edificio de unos 800 m2 de superficie, tres alturas más local comercial, construido antes de 1980 y situado en la zona climática C (Barcelona), podrían reducir en un 46,2% su factura energética invirtiendo 6.350 €/vivienda en la instalación de un SATE con XPS de 100 mm. Si además se renovasen las ventanas (8.000 €/vivienda) el ahorro sería del 71,5%. La actuación completa sobre la envolvente (fachada, cubierta y ventanas) incrementaría el coste de la actuación en 1.600 € (9.596 € vivienda), proporcionando una reducción del consumo de energía superior al 80%.
“Son inversiones importantes, pero que se recuperan en un medio plazo de tiempo y después solo generan beneficios: para nuestro bolsillo, para la salud y para el medio ambiente”, recuerda Serrano, poniendo en valor el empleo del XPS como solución aislante.
“El XPS es un material duradero, resistente, con un excelente comportamiento ante la humedad y el agua, y con una gran capacidad como aislante térmico”. Su uso en rehabilitación no solo reduce el consumo de energía, también evita la aparición de patologías como las humedades por condensación, el moho o las filtraciones, contribuyendo a mejorar el confort térmico en el interior de las viviendas y protegiendo el resto de los elementos del edificio, ”lo que reducirá el número de actuaciones de mantenimiento en el futuro”, finaliza.

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