A partir de 2030, todos los edificios de nueva construcción deberán ser climáticamente neutros. No podrán emitir gases de efecto invernadero. El Parlamento Europeo ha aprobado la ley que marca un hito en la lucha contra el cambio climático y abre la puerta a una nueva era en la construcción.
Un edificio climáticamente neutro es aquel que no produce emisiones netas de gases de efecto invernadero durante su ciclo de vida. Esto implica que, desde la construcción hasta la demolición, el edificio debe minimizar su huella de carbono al máximo. Para lograrlo, se deberán implementar una serie de medidas, como:
- Utilizar materiales de construcción sostenibles como la madera, el bambú o el corcho.
- Apostar por la eficiencia energética mediante el diseño bioclimático, la mejora del aislamiento térmico y la instalación de sistemas de energía renovable.
- Reducir el consumo de agua y energía durante la operación del edificio.
En concreto, la ley aprobada y que aún tiene que ratificar el Consejo de la UE, obligará a la reducción en un 16% el consumo de energía de los edificios residenciales en siete años y que caiga entre un 20 y 22% para 2035. El 55% de la disminución deberá lograrse mediante la renovación de los edificios que tienen un peor rendimiento.
Los países estarán obligados a la renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y, para 2033, el 26% con menor eficiencia mediante requisitos mínimos de eficiencia energética.
Calderas de combustibles fósiles
Las calderas de combustibles fósiles, como las de gas, gasóleo o carbón, están en el punto de mira de la nueva normativa europea. A partir de 2025, se prohíbirá la concesión de subvenciones para su instalación, y para 2040, su uso estará completamente prohibido en los edificios de nueva construcción.
Las calderas de combustibles fósiles son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Además, su uso genera contaminación del aire, lo que tiene un impacto negativo en la salud pública.
En su lugar, se apuesta por alternativas más sostenibles como las bombas de calor, que utilizan energía renovable para generar calor y frío. En este punto, la normativa aprobada incluye la posibilidad de financiar los denominados “sistemas híbridos de calefacción”. Estos utilizan la tecnología propia de una caldera con una instalación solar o una bomba de calor.
La eficiencia energética de estas tecnologías es significativamente superior a la de las calderas de combustibles fósiles, lo que se traduce en un menor consumo de energía y un ahorro en las facturas energéticas.
Los edificios producen más de un tercio de las emisiones en la Unión Europea
Los edificios producen más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Reducir estas emisiones, ya sea mediante una mayor eficiencia energética o mediante una reducción del consumo de energía, es crucial para lograr la neutralidad climática de aquí a 2050.
La revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, que forma parte del paquete de medidas «Objetivo 55», contribuirá a que los edificios de la UE sean más eficientes desde el punto de vista energético.
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