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Opinión

Principios sostenibles sobre el agua

Candela Brizuela Montenegro.
Especialista BIM en EADIC – BIM Consulting & Solutions

El agua es esencial para el desarrollo socioeconómico, energético e industrial, así como para la supervivencia de los seres humanos y la salud de los ecosistemas. Además, representa un vínculo estrecho entre la sociedad y el medio ambiente, y es un derecho fundamental para todos.

A medida que la población mundial aumenta, es cada vez más importante preservar este recurso crítico para satisfacer las necesidades actuales y futuras. La crisis hídrica actual está obstaculizando el progreso en una variedad de conflictos importantes, desde la salud y el hambre hasta la igualdad de género, el empleo y la educación.

La situación en España

Conforme a lo expresado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC), la región mediterránea resulta especialmente sensible a los impactos del cambio global. Existe una alta probabilidad de deterioro de los ecosistemas fluviales y una intensificación de episodios de inundaciones y sequías.

España tiene una gran diversidad geográfica y climática, en consecuencia, la cantidad de ambientes hidrológicos diferenciados. La gestión del agua se realiza considerando dos unidades de gestión: las masas de agua superficiales y las subterráneas.

En un futuro próximo, el país tendrá que  afrontar inevitablemente retos en la gestión del recurso hídrico. A los problemas ya existentes, se le añade el impacto del cambio global sobre los distintos sistemas de gestión y ecosistemas relacionados. Las principales amenazas a las que deberá hacer frente son:

  • Contaminación puntual de las aguas superficiales; el origen de los contaminantes emergentes del medio acuático es diverso, pero su principal fuente es la actividad urbana.
  • Extracciones de agua y contaminación difusa en aguas subterráneas; el 48% de las masas de agua subterránea se encuentran en mal estado, el 23% en mal estado cuantitativo por extracciones por encima de los recursos renovables y el 35% en mal estado químico, por la utilización de nitratos y pesticidas.
  • Alteraciones hidromorfológicas en los ríos; esto a provocado una importante pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos. Aproximadamente el 30% de las masas de agua superficial del país sufren impactos de este tipo.
  • Índices de explotación hídrica muy elevados; el equilibrio entre la disponibilidad del recurso y su explotación en la agricultura, ganadería, industria y hogares es muy frágil. 

Como consecuencia del cambio climático, todos los modelos de predicción climática reflejan un incremento progresivo de la temperatura máxima y mínima, y alteraciones extremas en los patrones meteorológicos esperables. El territorio español sufrirá no solo consecuencias en la reducción de sus recursos hídricos, sino también en relación con su variabilidad, dando por resultado un escenario futuro con menos agua disponible, más inundaciones y más sequías.

Gestión del agua

El recurso natural del agua forma parte de sistemas naturales más complejos, uno de ellos es el clima. El cambio climático es una de las tres manifestaciones más claras del cambio global; la planificación y la gestión del agua resultan inevitablemente vulnerables a las consecuencias del cambio climático que provoca los efectos del estrés hídrico del país.

No tenemos -ni debemos tener- la capacidad de regular los efectos del cambio global, sin embargo, para sobrellevarlo con resiliencia Carl Folk nos propone cuatro medidas esenciales:

  • Fomentar la diversidad para la reorganización y la renovación.
  • Combinar diferentes tipos de conocimientos para el aprendizaje.
  • Crear oportunidades para la autoorganización de los ecosistemas y la gobernanza de una nueva sociedad.
  • Y, lo más importante, aprender a vivir con el cambio y la incertidumbre.

Debido a esto, es necesario que la planificación y administración de los recursos hídricos se adapten a esta situación, considerando los efectos del cambio global en todas sus estrategias, políticas y medidas relacionadas con la seguridad hídrica para la población, la protección de la diversidad biológica y las actividades socioeconómicas. Esto implica, reducir la exposición y vulnerabilidad al cambio climático y aumentar la capacidad de recuperación del sistema de gestión para abordar los principales desafíos ambientales, sociales y económicos en el nuevo entorno influenciado tanto por el cambio climático como por la transición ecológica justa y el desafío demográfico. El objetivo no es sólo adaptarse para minimizar los impactos, sino también para fortalecer la resiliencia del sistema de gestión.

Agenda Española de Desarrollo Sostenible 2030

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible propuesta por las Naciones Unidas en 2015, como una convocatoria global para mejorar la calidad de vida humana y planetaria, contempla una serie de principios y objetivos para tener en cuenta en la planificación y gestión del agua. España incorpora la agenda a través de la publicación de la Agenda Española de Desarrollo Sostenible.

En total son 17 objetivos, donde en concreto el número seis manifiesta “Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”. Se refiere a garantizar el acceso para toda la población mundial, a través de la regulación del precio de abastecimiento y saneamiento. Asimismo, la Agenda 2030 apuesta por la gestión integrada de los recursos hídricos. La gestión integrada del agua toma en cuenta su naturaleza transversal y reconoce que no se trata simplemente de un recurso mineral que se extrae y se emplea como entrada productiva, sino de un recurso natural renovable que está sujeto a ciertas condiciones ambientales para poder brindar sus servicios ecosistémicos.

Líneas de acción para liderar la gestión del agua

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desarrolló una serie de estrategias que tienen por objetivo superar los retos asociados al cambio global para recuperar, restaurar y proteger las masas de agua.

Cumplir e implementar la legislación y políticas de la Unión Europea.

  • La Directiva 2000/60 Marco del Agua (DMA).
  • La Directiva 2007/60 de Evaluación y Gestión del Riesgo de Inundaciones.
  • La Directiva 91/271 sobre el tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas.
  • La Directiva 91/676 de Protección de las Aguas contra la Contaminación por Nitratos.
  • La Directiva 2020/2184, relativa a la Calidad de las Aguas destinadas al Consumo Humano.
  • El Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Aguas y reglamentos que lo desarrollan.
  • La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética.

Planificar el agua en un marco de adaptación al cambio climático.

  • Lograr un equilibrio entre la atención de las demandas para los diferentes usos del agua y la preservación de los ecosistemas asociados, garantizando el buen estado de las aguas y adaptándose al cambio climático.

Recuperar, restaurar y proteger ríos, lagos, acuíferos y zonas húmedas.

  • Implementar medidas conservar y recuperar el buen estado del espacio fluvial, reducir los riesgos de inundación y ampliar los espacios fluviales mediante proyectos de soluciones basadas en la naturaleza.
  • Tomar medidas para recuperar los acuíferos, reducir la extracción de aguas subterráneas y utilizar recursos alternativos como la reutilización y desalación.

Incrementar la seguridad hídrica.

  • Aplicar proyectos para el ahorro y menor consumo de agua mediante el uso eficiente y racional de los recursos, la reducción de la demanda y la protección de las masas de agua y los ecosistemas asociados.
  • Ampliar la capacidad de las plantas desaladoras existentes y construcción de nuevas instalaciones.
  • Desarrollar proyectos de energía renovable para optimización energética y reducción de costos. Incorporar medidas de circularidad del ciclo del agua, considerando las aguas residuales depuradas como un recurso para uso en agricultura y en los territorios con mayores desequilibrios hídricos.
  • Promover el Desarrollo de Sistemas Integrados del Agua para la gestión de recursos convencionales y no convencionales en los organismos de cuenca, especialmente en los territorios con mayores desequilibrios hídricos.
  • Fomentar el uso de energías renovables siempre que no produzcan alteraciones inasumibles en los regímenes de caudales de los ríos.
  • Impulsar la seguridad de las infraestructuras hidráulicas para que sigan prestando servicio en las debidas condiciones de seguridad.
  • Asegurar el mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas del Estado en las condiciones adecuadas, incluyendo presas y canales.

Impulsar el saneamiento, la depuración y la reutilización.

  • Mejorar el saneamiento y depuración en zonas urbanas con problemas.
  • Incorporar tecnologías innovadoras para cumplir con los nuevos requisitos de la Directiva de Aguas Residuales.
  • Implementar planes específicos para zonas urbanas pequeñas y medianas.
  • Reducir la contaminación por plásticos.

Prevenir la contaminación difusa.

  • Garantizar la protección de las masas de agua de la contaminación producida por nitratos mediante el cumplimiento del Real Decreto 47/2022.
  • Promover el uso sostenible de fitosanitarios y la gestión integrada de plagas, junto con la implementación de técnicas alternativas a los fitosanitarios para prevenir la contaminación del agua.

Avanzar en la gestión del riesgo de inundaciones a través de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI).

  • Gestionar de manera coordinada de los riesgos por inundaciones, integrando los efectos del cambio climático y proponiendo medidas de adaptación en las cuencas hidrológicas para minimizar los riesgos.
  • Modernizar los sistemas de información hidrológica y se fomentará la preparación ante el riesgo de inundación, siendo una herramienta clave del Sistema Nacional de Protección Civil.

Avanzar en la gestión del riesgo de sequía de los Planes Especiales de Sequía (PES).

  • Gestionar los riesgos por sequía de manera coordinada, considerando los efectos del cambio climático y proponiendo medidas para la gestión de situaciones extremas en función de la fase de sequía en la que se encuentren los sistemas de explotación, mediante la mejora de los sistemas de indicadores y el desarrollo de modelos de previsión a corto y medio plazo.

Recuperar espacios emblemáticos.

  • Recuperar lugares simbólicos en conjunto con otras autoridades competentes y con los actores socioeconómicos del área.

Incorporar la innovación, investigación y las nuevas tecnologías.

  • Implementar sistemas digitales para la vigilancia y prevención de inundaciones, con la modelización del ciclo hidrológico para anticipar escenarios futuros y avanzar en la digitalización del ciclo del agua y las infraestructuras hidráulicas.

Impulsar actividades económicas sostenibles.

  • El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) busca reactivar la economía y el empleo a través de inversiones en la gestión del agua y sus infraestructuras, apoyando proyectos empresariales que fomenten la circularidad del agua y el ahorro y eficiencia en su uso, y prestando atención a soluciones basadas en la naturaleza e infraestructuras verdes.

Reforzar la financiación.

  • El Gobierno de España movilizará 10.000 millones de euros en 6 años para la gestión del agua y sus infraestructuras, de los cuales 1.700 millones provendrán del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con proyectos para la recuperación de ríos y acuíferos, minimización de riesgos de inundación, saneamiento, depuración, reutilización y digitalización. Además, se invertirán unos 1.000 millones de euros en agua para los próximos 8 años en el marco del programa FEDER 2021-2027.

Aplicar modelos de gobernanza del agua trasparente, equitativo y participativo.

  • Mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de la administración y agentes socioeconómicos para el buen funcionamiento del ciclo urbano del agua, integrando a todos los agentes sociales en la toma de decisiones y potenciando la divulgación de los problemas y retos de la gestión del agua a la ciudadanía.

Impulsar la agenda internacional del agua.

  • Fomentar la implicación en los entes plurinacionales en los que España está presente, tales como el Programa Hidrológico Intergubernamental, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la OCDE, y trabajando juntamente con ONU-Agua en el Marco Acelerador del ODS6.

En España, la sequía hidrológica es un problema recurrente que ha afectado a muchas regiones del país. La gestión del agua se ha vuelto cada vez más relevante debido a la creciente demanda y la disminución de los recursos hídricos. Por lo tanto, es fundamental que se implementen medidas de gestión adecuadas para garantizar su disponibilidad en el futuro

La gestión hídrica implica la planificación, el uso eficiente y la conservación de los recursos. También la mejora de la infraestructura, la promoción de la investigación y la innovación en tecnologías de gestión de agua, y la educación y concienciación pública sobre la importancia y su uso responsable. Es una tarea compleja que requiere la colaboración de todos los actores involucrados, desde el gobierno, las empresas y la sociedad civil.

El Día Mundial del Agua es una excelente oportunidad para recordar la urgencia de la situación. Es hora de que todos trabajemos juntos para garantizar un suministro suficiente de agua para las necesidades actuales y futuras de España, y del mundo.

Bibliografía

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